Muchos trabajadores se sienten decaídos y no encuentran motivaciones o aspiraciones para mejorar, por eso, debes evaluar la situación individual y trabajar sobre las situaciones personales que pueden estar afectando tu desarrollo.
Apropiarse de pensamientos para promover el trabajo en grupo, tener capacidades de liderazgo y entrenar habilidades es vital para los empleados. La tranquilidad mental da las armas necesarias para competir de manera adecuada, para ser un profesional idóneo y para que el rendimiento se incremente.
Los jefes y líderes de los equipos deben actuar ante la desmotivación y promover con ejemplo las buenas prácticas que se quieren al interior de las compañías.
“Liderar un equipo de trabajo siempre requerirá de habilidades que se van construyendo con el tiempo. El relacionamiento de un jefe con su equipo debe siempre buscar desarrollar sinergias que les permitan avanzar en el desarrollo de objetivos de negocio en el mejor de los ambientes posibles. Esto requiere que los líderes puedan entender muy bien a cada persona en su equipo, y que puedan evaluar cómo funcionan para no cargarlos psicológicamente de manera que afecte su trabajo”, indicó Ignacio Gómez, principal en Hays Executive de Hays Colombia.
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Además de hacer una evaluación individual, puedes buscar una asesoría, ya sea con un profesional o con el área de Recursos Humanos, para analizar las fortalezas y oportunidades de mejora sin importar el tiempo que la persona lleve vinculada a su labor.
“En el caso de los jefes, el proceso de acompañar al equipo es fundamental, así como dedicarle el tiempo necesario para entender qué puede estar sucediendo. Muchas veces una conversación o simplemente estar atento a cuáles son las dinámicas del equipo, puede ayudar a brindar herramientas para saber cuáles problemas pueden solucionarse, si hay algo por hacer o cambiar desde su posición que esté generando malestar. Al final de cuentas, el bienestar psicológico del equipo debe ser una prioridad”, agregó Gómez.
Las empresas deben evaluar cuáles son los puntos de cuidado con los empleados. Ya sea por tu actitud o desempeño laboral, se puede llegar a un equilibrio y evitar que la carga psicológica que pueda surgir desde un líder sea negativa.
No está de más poner atención a los espacios de trabajo y a las actividades para que los empleados gocen de esparcimiento y unión laboral. El bienestar psicológico y social se ve reflejado en la calidad de vida. En todo este panorama no hay que olvidar que un trabajador “sano” mentalmente será más productivo y estará más satisfecho y comprometido con su labor.
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