Sherwood Ross*
Puede que suene extraño, pero la gente algún día podrá subastar su tiempo de trabajo disponible al mejor postor.
"Supongamos que usted es un diseñador gráfico", explica el escritor Chris Meyer.
"Usted diría, voy a vender 20 horas de mi tiempo en la primera semana de junio. Lo pondría en una cartelera de Internet y alguna empresa viene y lo compra. Usted habría negociado así un contrato de futuro de capital humano".
Una vez que se ponga de moda, asegura Meyer, el presentador de noticieros podría dar el siguiente informe: "En una sesión de volumen moderado, los biólogos moleculares subieron tres puntos, los animadores treparon uno y medio y los programadores y economistas bajaron en un cuarto de punto".
Internet lo está cambiando todo, así que pronto "cada individuo participará en las finanzas, definido como riesgo de operación, como operador y como producto negociado", dijo Meyer.
¿Suena extraño? No tanto.
El cantante David Bowie emitió 55 millones de dólares en "Bonos Bowie" a 15 años, que recibieron la calificación de la agencia Moodys Investor Service Inc. de "A", lo que los colocó a la par de valores de firmas como General Motors Corp, resaltó Meyer.
Los bonos de la estrella del rock fueron comprados por la firma Prudential Insurance Company of America.
Este escenario se materializaría para nosotros, los mortales, siempre y cuando la demanda de los trabajadores de mañana supere a la de hoy. Pero eso es exactamente lo que está pasando, Meyer escribe en su recién publicado libro "Future Wealth" (Riqueza Futura).
Sin capital humano
El capital financiero antes era el recurso más escaso de Estados Unidos pero ahora los empresarios tienen los bolsillos llenos de dinero. Lo que no tienen es capital humano, asegura Meyer.
Los individuos controlarán sus destinos en el mercado laboral de mañana "porque ellos, y no las compañías, controlan el recurso deseado, escribió Meyer junto con el co-autor, Stan Davis.
"Por ahora, las empresas están limitadas por el talento que tienen, mientras queel talento (usted) está volviéndose más libre de ir a cualquier parte, electrónica o físicamente", advierte.
Como director del Centro de Innovaciones Empresariales de Ernst & Young,
Boston, Meyer todavía no ha renunciado a su trabajo, pero eventualmente podría ingresar en las crecientes filas de autoempleados, o agentes libres.
"Todos los individuos tienen potencial de futuras ganancias", escribe Meyer. "Y mientras más alto es el capital intelectual que una persona controla, mayor es el potencial de la persona".
"Al igual que compositores, otros artistas y atletas, los profesionales altamente calificados con capital intelectual apreciable eventualmente emitirán valores garantizados en sus ingresos a largo plazo, tal como lo hacen las compañías con la emisión de acciones y bonos", pronosticó.
Incluso los empleados del sector de servicios, dijo Meyer, encontrarán que Internet facilitará que consigan trabajo y licitarán sus talentos.
Todo esto es posible por la mejora de la estabilidad financiera de los trabajadores, asegura el autor en su libro.
Según Meyer, los ingresos adicionales de los hogares estadounidenses saltaron desde 13 centavos de cada dólar ganado a 25 centavos entre 1975 y 1997, y eso significa que los trabajadores dependen menos de sus salarios.
"La gente se ha convertido en guardián de su futuro económico a través de vehículos como los planes de retiro", escr...
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