En un mundo cada vez más globalizado, donde los mercados cautivos pasaron a ser historia y donde la internacionalización no es una opción sino la única alternativa para permanecer, crecer y generar utilidades, las empresas necesitan gerentes de ?talla mundial?, tan diestros en el arte de los negocios como en el conocimiento de la cultura y las costumbres.
Representar corporaciones que tienen sucursales, sedes y filiales en cualquier país, requiere de atributos que van más allá de saber administrar recursos físicos y concebir operaciones financieras, afirma Nur Tatiana Rodríguez Barguil, sicóloga y experta en capacitación y selección de talento humano.
El nuevo orden internacional ha implicado una redefinición de las fronteras y límites geográficos tradicionales. Y ese solo giro se convierte en un desafío para las prácticas tradicionales de la gerencia, subraya Rodríguez.
En este contexto, lleno de realidades heterogéneas y de ambigüedades, el gerente tiene que ser versátil y estar en capacidad de entender las expresiones culturales, las conductas de la gente y los empleados, los gustos, hábitos de trabajo y las tradiciones del ámbito donde se encuentra.
No es una tarea fácil, señala Elizabeth Vargas Puentes, sicóloga organizacional, pero de la flexibilidad al cambio y de la capacidad de adaptación a las situaciones, depende el éxito o fracaso del ejecutivo ?talla internacional?.
Aunque la historia de las multinacionales y trasnacionales no vino con la honda de la apertura, si es cierto que muchas empresas están enfocando sus acciones más allá de las fronteras, independientemente de su tamaño.
Es más: en el XIX Congreso Interamericano de Gestión Humana que tuvo como sede este año a Cali (Colombia), uno de los temas fue precisamente cuál es el papel y cuáles las características del ejecutivo que tiene que manejar los negocios simultáneamente en distintos países.
Una de las conclusiones fue clara y contundente: en el nuevo contexto se requieren cambios en la estructura empresarial, donde se pase de organizaciones piramidales a corporaciones de tipo matricial, que trabajen en redes con otras compañías a través de alianzas estratégicas en una relación basada no solo en la competencia sino también en la cooperación.
Y en esa noción el gerente es el que debe liderar el proceso, eso sí minimizando los traumas y teniendo en cuenta un criterio que se está imponiendo en el mundo empresarial: pensar localmente pero actuar globalmente.
El gerente internacional debe, igualmente, según las conclusiones del Congreso, generar una cultura capaz de aceptar la diversidad, donde se aseguren los procesos críticos de la organización.
Además tiene que liderar procesos a través de los cuales el talento humano esté en capacidad de trabajar en la incertidumbre, promover conocimientos y habilidades polivalentes, donde el aprendizaje en equipo, toma de decisiones, liderazgo, adaptabilidad al cambio, manejo de conflictos y orientación a los resultados, se vuelvan un patrón de comportamiento.
Como una de las características que debe tener el gerente global es afrontar permanentemente el cambio, la movilidad, tener una cultura amplia y estar dispuesto a aceptar diferentes maneras de contratación y remuneración, los expertos sugieren evitar cinco errores en el momento de seleccionar al candidato:
? Pobre selección basada en criterios
? Inapropiados inadecuada preparación antes de la misión asignada.
? Dificultades para adaptarse el gerente y su familia al nuevo ambiente local.
? Inadecuado paquete de compensación
? Pobre programa de desarrollo de carrera y de repatriación.
Igualmente, para evitar un shock cultural es fundamental minimizar el impacto a través de un entrenamiento del gerente alrededor de:
? Conocimiento previo de la cultura donde va a llegar
? Dominio de la lengua del país de destino
? Familiarización con las situaciones cotidianas que va a enfrentar en su puesto de trabajo.
? Conocimiento cuidadoso de las condiciones en donde va a trabajar.
En el Congreso de Gestión Humana en mención se hizo referencia a la visión de una compañía, de sus directivas y de sus empleados, cuando se piensa globalmente y que Helen Deresky, de Internacional Management ha resumido en cuatro orientaciones:
Etnocéntrica
La empresa maneja sus operaciones internacionales con un equipo gerencial del país origen de la empresa.
Este tipo de políticas tiene el problema que en ciertas culturas generan rechazos hacia la gerencia y le quitan legitimidad a las decisiones tomadas por los mismos.
Igualmente los gerentes del país de origen generalmente pretenden adaptar la cultura a su estilo gerencial y no adaptar su estilo de gerencia a la cultura local, sin embargo esta política es muy efectiva en países donde no hay personal calificado para llenar las posiciones gerenciales.
Policéntrica
Las operaciones en cada país son manejadas por personal local. Tiene la ventaja de una mayor motivación de la fuerza de trabajo y una mayor legitimidad de las decisiones gerenciales, pero no siempre es fácil ni barato encontrar personas perfectas para estos puestos.
Tiene la ventaja de que el personal de la gerencia ya está familiarizado con la cultura en la que desarrollarán las operaciones de la empresa, minimizando así los costos de introducirse en una nueva cultura.
Geocéntrica
Esta política lleva a la empresa a llenar las posiciones gerenciales de cada país con el personal mejor capacitado, sin importar su nacionalidad.
Es básicamente la máxima expresión de la meritocracia, los altos ejecutivos son rotados por todo el mundo. Esto tiene muchas ventajas, especialmente al tener gerentes de diversas nacionalidades gerenciando las operaciones de la empresa en cualquier país.
Sin embargo tiene problemas en cuanto al shock cultural de los funcionarios y la dificultad de adaptar las estrategias gerenciales a las diferentes culturas.
Hermógenes Ardila
Especial para elempleo.com
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