Debido al volumen representativo y las necesidades particulares de los jóvenes es importante generar políticas e inversiones enfocadas directamente a este segmento, desde los ámbitos social, educativo y laboral.
“El Gobierno ha sancionado leyes significativas como la gratuidad en la educación del grado preescolar a once, cero por ciento de interés en los créditos con el Icetex y el programa Jóvenes en Acción. En materia laboral, en los últimos cuatro años, se crearon cerca de 700 mil empleos, lo que ayudó a disminuir la tasa de desempleo juvenil de 21,5 % a 17,5 %”, afirma Gabriel Gómez, director del programa presidencial Colombia Joven.
El directivo agrega que aunque hoy la cifra de desocupación está en 16,9 %, un porcentaje alto, se han mejorado diversos aspectos para que los jóvenes puedan encontrar su primer empleo.
“Hemos llegado a metas importantes como la tasa de desempleo juvenil ubicada en 13,9 % para diciembre de 2013, la más baja en la historia para esta población”, señala Gómez.
Para algunos expertos, el desempleo juvenil también tiene relación con la falta de experiencia, apoyo económico de la familia y menores responsabilidades que les permite esperar más tiempo para encontrar una vacante que se ajuste con sus necesidades.
La política Un pacto por el Trabajo, que se lleva a cabo desde el Ministerio de Trabajo, busca que a partir del ámbito departamental se reporten las principales necesidades del mercado laboral, con el fin de que el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) pueda capacitar a la población juvenil y encontrar un empleo formal.
De otro lado, pese a las leyes que se han creado para favorecer directamente a los jóvenes, se evidencia una gran desigualdad con los trabajos que obtienen los adultos, porque el porcentaje de ellos que no tiene prestaciones sociales es alto, reconoce Lina Núñez, directora de la Red Colombiana de Jóvenes (Recojo).
De hecho, la política del Primer Empleo contribuyó a facilitar que los jóvenes tengan un trabajo formal con mejores condiciones, pero no llega a un gran porcentaje de la población total, menciona Leonardo Villar, director de Fedesarrollo.
¿La educación un aliado?
En Colombia, los jóvenes están desempleados porque tienen poca formación o están sobreperfilados, es así que las empresas no tienen unos estándares de salarios y oportunidades para esas personas que tienen títulos de posgrado, de acuerdo con Lina Núñez.
Aspectos como la falta de experiencia o no encontrar una compañía que se adecúe a las necesidades para su escala profesional es una constante. “No hay un balance entre la trayectoria y la educación”, añade Núñez.
Por su parte, Gabriel Gómez reconoce que en materia salarial, la remuneración de los jóvenes depende del tipo de labor a realizar. Un gran porcentaje de ellos tienen ingresos mayores al salario mínimo.
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