Esta es la brecha que limita la empleabilidad en Colombia

Aunque hoy más del 80 % de los hogares colombianos cuenta con acceso a Internet móvil o fijo, esa conectividad no se ha traducido en habilidades digitales reales para estudiar, trabajar o realizar trámites en línea. Un diagnóstico reciente de Edu Labs advierte que el país opera todavía en un “modo básico” de alfabetización digital, lo que mantiene a millones de personas en desventaja frente a las oportunidades educativas y laborales que exige la economía actual. 

 

Conectividad no es sinónimo de competencia 

Los datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones muestran que apenas el 34,7 % de los colombianos domina habilidades digitales básicas. En términos prácticos, esto significa que dos de cada tres personas con acceso a Internet no cuentan con las capacidades necesarias para aprovecharlo de forma productiva. El DANE, por su parte, confirma que gran parte del uso de la conexión se restringe a redes sociales y mensajería, sin que esto derive en formación, empleo o trámites en línea. 

 

 

Este desfase entre acceso y uso efectivo convierte la alfabetización digital en un problema estructural que profundiza la desigualdad: no basta con que la infraestructura exista; es imprescindible que las personas aprendan a utilizarla para mejorar su empleabilidad y su inserción en cadenas productivas modernizadas. 

 

Regiones rezagadas: el desafío es doble 

El diagnóstico de Edu Labs señala que la brecha es más aguda en territorios apartados como Vaupés, Vichada, Amazonas y Guainía. Allí, factores como la falta de dispositivos, condiciones geográficas adversas y la baja formación docente hacen que la conectividad incluso cuando existe— no se traduzca en oportunidades reales. 

 

Juan Sáenz, CEO de Edu Labs, lo resume con crudeza: “millones de personas tienen un celular e Internet, pero no saben aprovecharlo para aprender, producir o resolver su vida diaria. La alfabetización digital debe entenderse como una prioridad nacional, tan esencial como leer o escribir”. Ese diagnóstico pone en evidencia que el problema no es solo técnico, sino pedagógico y social. 

 

 

¿Por qué importa para la empleabilidad? 

Las habilidades digitales básicas son hoy requisitos mínimos en numerosos empleos desde puestos administrativos hasta operativos y técnicos. Sin esas competencias, los candidatos quedan excluidos de procesos que ya demandan manejo de herramientas digitales, formación en línea y capacidad para gestionar tareas remotas o semiautomatizadas. 

 

Además, la falta de alfabetización digital dificulta el acceso a la información sobre empleos, la postulación online y el aprovechamiento de plataformas de formación y certificación que aumentan la competitividad de los trabajadores. 

 

 

Hacia soluciones: qué conviene priorizar 

El diagnóstico apunta hacia la necesidad de políticas educativas integrales que no se limiten a conectar hogares, sino que articulen tecnología, pedagogía y acompañamiento continuo. En concreto, los pasos que resultan más urgentes según el análisis compartido son: 

 

• Diseñar programas de formación digital con pertinencia local, que incorporen contenidos útiles para el empleo y la vida cotidiana. 

• Capacitar a docentes en el uso pedagógico de la tecnología para que puedan acompañar procesos de aprendizaje verdaderos. 

• Garantizar acceso a dispositivos y a conectividad de calidad en las regiones más rezagadas. 

• Fomentar alianzas público-privadas que impulsen programas de formación vinculados al mercado laboral y a sectores con demanda de talento digital. 

 

Estos énfasis buscan cerrar la brecha entre tener acceso y saber usarlo con fines productivos, educativos y administrativos, y apuntan directamente a mejorar la empleabilidad de millones de personas. 

 

Impacto a largo plazo: país más competitivo y empleos de mayor calidad 

Si la alfabetización digital se aborda como una política de Estado no solo como un proyecto de conectividad, Colombia podría ampliar la base de trabajadores capaces de acceder a empleos mejor remunerados y más estables. La capacidad de utilizar herramientas digitales incrementa la movilidad laboral, facilita la formación continua y permite que la fuerza laboral responda a las demandas de sectores en transformación tecnológica. 

 

 

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