Kevin Cantera, un investigador mexicano con más de 17 años de trayectoria en una reconocida empresa tecnológica de Estados Unidos, vivió una experiencia inesperada: fue despedido poco después de incorporar la inteligencia artificial (IA) en sus tareas diarias, según reportó The Washington Post.
Durante casi dos décadas, Cantera formó parte de la compañía con sede en Nuevo México, donde se desempeñó en proyectos de innovación tecnológica. Hace un tiempo, la empresa decidió impulsar la adopción de herramientas de IA entre sus empleados, asegurando que su implementación no representaría un riesgo para sus puestos de trabajo.
Confiando en esa política, el investigador se unió a un programa interno que promovía la experimentación con sistemas como ChatGPT. Poco a poco, comenzó a integrar la herramienta en su rutina: la utilizaba para verificar datos, ajustar el tono de los textos y revisar la coherencia de los documentos antes de su publicación.
Su productividad aumentó de forma notable. Gracias a una mejor interacción con la IA y a la precisión en las instrucciones que le daba, Cantera logró optimizar su tiempo sin comprometer la calidad de los resultados. ChatGPT se convirtió, según él mismo relató, en un asistente digital capaz de simplificar procesos complejos.
No obstante, tras varios meses de esta dinámica, la compañía anunció una reducción de personal. Para sorpresa del investigador, su nombre apareció en la lista de empleados desvinculados, junto con otros compañeros de larga trayectoria.
Aunque la empresa no explicó públicamente las causas específicas de los despidos, Cantera sospecha que su salida estuvo vinculada al uso de la inteligencia artificial. En su reflexión, el investigador sugiere que, al enseñar a la tecnología a realizar parte de sus funciones, podría haber demostrado —sin querer— que su rol era fácilmente automatizable.
Este episodio ilustra una de las tensiones más relevantes de la era digital: la misma herramienta que promete impulsar la productividad también puede redefinir, e incluso poner en riesgo, la permanencia de ciertos empleos dentro de las organizaciones modernas.
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