Inició la negociación del salario mínimo 2026: calendario, cifras y las propuestas

Diciembre no solo se caracteriza por ser un mes de celebraciones, trabajo y viajes; también se destaca por traer una noticia decisiva para las finanzas de los colombianos en el próximo año. Pues hoy a las 10:00 a. m. se instaló la primera mesa de diálogo entre el Gobierno, los empleadores y las centrales obreras en donde se guiará la negociación del salario mínimo para 2026.  

 

La discusión tomará en cuenta indicadores técnicos como la inflación y la productividad, y tiene fechas límite claras: el primer vencimiento legal es el 15 de diciembre y, si no hay acuerdo, la cifra final se fijará por decreto antes del 30 de diciembre. 

 

 

Cifras técnicas que orientan la negociación 

Los datos de octubre de 2025 que alimentan la mesa muestran una inflación anual del 5,51 % y un índice de productividad de 0,91 %. Sumando ambos indicadores, los expertos señalan que el punto de partida técnico para la discusión rondaría el 6,4 %. Además de estos insumos, en la mesa se tendrán en cuenta las presentaciones del Dane, el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, que aportan proyecciones macroeconómicas y escenarios de inflación. 

 

Plazos y dinámica de la concertación 

La instalación formal de la mesa señala el inicio de jornadas intensivas de debate. El 15 de diciembre configura el primer vencimiento legal para alcanzar un acuerdo conforme a la normativa vigente; si no se logra, las partes pueden presentar salvedades y la negociación podría extenderse en sesiones extraordinarias hasta finales de mes. El 30 de diciembre funciona como la fecha límite para que el Ejecutivo expida, por decreto, el salario mínimo en caso de ausencia de consenso. 

 

 

Propuestas en la mesa 

Las centrales obreras presentaron una propuesta unificada que exige un aumento de al menos 10 %, es decir, una cifra de dos dígitos. Ese incremento llevaría el salario mínimo aproximado a $1.565.850 (sin contar el subsidio de transporte), según la estimación mencionada en la discusión. 

 

En contraste, gremios empresariales advierten sobre el impacto de un aumento de dos dígitos en los costos laborales y la formalidad. Fenalco, por ejemplo, ha señalado que un incremento del 11 % como lo ha sugerido el Gobierno en algún momento de la discusión elevaría la remuneración mínima total a $2.800.499 a cargo de las empresas (cifra planteada por esa organización en sus cálculos). 

 

 

Por su parte, entidades como Fedesarrollo proponen un ajuste más moderado, entre 6,5 % y 7 %, un rango que situaría el salario mínimo cerca de $1.523.145, partiendo de un punto de referencia de $1.423.500. 

 

Qué hay en juego y posibles efectos 

La negociación no es solo un ajuste nominal: define el ingreso real de millones de trabajadores y repercute en los costos operativos de las empresas. Un aumento elevado mejora el poder adquisitivo de los empleados, pero también puede presionar la estructura de costos empresariales y la toma de decisiones sobre contratación y precios. Por eso, el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, ha subrayado que el Ejecutivo espera que el porcentaje resultante sea producto de la concertación entre las partes y que la vocación del Gobierno es lograr un “aumento real de los ingresos de los trabajadores”. 

 

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¿Qué deben seguir trabajadores y empleadores? 

• Trabajadores: vigilar las comunicaciones oficiales de la mesa, especialmente la divulgación del IPC y las propuestas formales presentadas el 9 de diciembre, para entender escenarios de ajuste y cómo impactan su poder adquisitivo. 

 

• Empleadores: preparar simulaciones de costos frente a distintos porcentajes (6,4 % técnico; 6,5–7 % propuesta técnica; 10–11 % propuesta sindical) para evaluar efectos en nómina, precios y contratación. 

 

 

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